El 24 de diciembre de 1994, el crucero ruso Murmansk llegó a las costas de Sørvær, Noruega, de forma accidental: estaba siendo remolcado para ser desguazado pero se soltó del remolque y llegó hasta aquí, convirtiéndose enseguida en un lugar turístico para los amantes de los barcos abandonados.
Recientemente, sin embargo, el gobierno decidió proceder a su retirada.