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10 diciembre 2017

0014. Ravi Shankar – Sounds of India (1968)

Grabación y publicación:

Publicado originalmente en 1958 por World Pacific Records y reeditado por Columbia Masterworks en 1967, The Sounds of India es más que un disco de música tradicional: es una puerta de entrada cuidadosamente presentada a la música clásica del norte de la India (hindustani) para el público occidental. En él, Ravi Shankar, ya consolidado en la India como virtuoso del sitar, asume un doble papel: intérprete y pedagogo.

Grabado en Nueva York con el tabla de Chatur Lal y la tambura de N.C. Mullick, el disco presenta una estructura didáctica: antes de cada raga, Shankar explica verbalmente lo que se va a escuchar, el modo, la atmósfera, las intenciones. Un gesto inusual, pero crucial para la época.


Contexto:

A finales de los años 50, la música clásica india era todavía una gran desconocida en Estados Unidos y Europa. Ravi Shankar, además de ser un virtuoso consumado, entendía la importancia del puente cultural. The Sounds of India no fue simplemente una grabación artística, sino un acto diplomático, espiritual y pedagógico.

En los años siguientes, su influencia crecería enormemente: primero entre los círculos jazzísticos (Coltrane lo veneraba), y luego entre los músicos pop y psicodélicos de los 60, con George Harrison como discípulo destacado. Pero aquí, todavía lejos de Woodstock y del hippismo, Shankar se presenta con sobriedad, respeto y profunda conexión con su tradición.


Análisis musical:

La música india no se articula en “canciones” sino en ragas, cada una con su propio carácter, su escala, su temporalidad emocional. A diferencia del jazz o el pop occidental, la raga no se desarrolla por secciones fijas, sino que evoluciona libremente desde una introducción melódica (alap) hasta fases más rítmicas y virtuosas (jor, jhala, gat).

  1. Introduction to Indian Music
    Una lección breve pero fascinante. Shankar explica el sistema melódico indio (raga) y el sistema rítmico (tala), usando ejemplos directos y accesibles. Es un mapa de ruta para oídos no iniciados.

  2. Raga Malkauns
    Una de las ragas nocturnas más profundas. Grave, misteriosa, casi hipnótica. El alap se mueve lentamente, como si cada nota tuviera un peso cósmico. Cuando entra el tabla, la música florece hacia una danza contenida, de lenta combustión.

  3. Raga Sindhi Bhairavi
    Más melódica y lírica. Aquí se aprecia el virtuosismo más brillante de Shankar, especialmente en las fases rítmicas finales, donde el sitar y el tabla se entrelazan con precisión matemática y poesía libre.

  4. Dadra
    Basado en un tala de seis tiempos, esta pieza es más ligera, casi juguetona. Muestra cómo, incluso dentro de la rigidez métrica, la improvisación melódica puede ser una forma de libertad emocional.


Conclusión:

The Sounds of India no es sólo un disco: es una clase magistral, una experiencia meditativa y un manifiesto cultural. En tiempos donde los vinilos de jazz o pop dominaban el mercado, este álbum ofrecía algo radicalmente distinto: una música que no busca conquistar, sino invitar al recogimiento.

El enfoque de Shankar es paciente, generoso, profundamente espiritual. Escuchar este álbum con atención es también un ejercicio de humildad auditiva: nos obliga a desacelerar, a aceptar el tiempo como otra dimensión, a entrar en contacto con un sistema musical que ve en cada nota un universo.


Listado de piezas (versión original):

  1. Introduction to Indian Music

  2. Raga Malkauns

  3. Raga Sindhi Bhairavi

  4. Dadra



14 junio 2015

0024. Dave Brubeck Quartet – Time Out (1959)

Grabación:

Realizado en tres sesiones: 25 de junio, 1 de julio y 18 de agosto de 1959.

Publicación:
1959, por Columbia Records.

Concepto:
Time Out fue concebido como un experimento rítmico, explorando compases poco comunes en el jazz tradicional. En su momento, esta audacia estilística generó críticas negativas, aunque con el tiempo se transformó en uno de los álbumes más emblemáticos e influyentes del género.


Análisis de temas destacados:

  1. Blue Rondo à la Turk
    Inspirado en ritmos turcos y con guiños a la Marcha Alla Turca de Mozart, abre el disco con una mezcla de clásico y jazz, en un tema tanto blusero como experimental.

  2. Strange Meadow Lark
    Una balada con ritmo de vals. Destaca el solo cálido del saxofonista Paul Desmond, sumamente elegante.

  3. Take Five
    Compuesta por Desmond, es quizás la pieza más reconocida del álbum y del jazz moderno. Su compás de 5/4 y el inolvidable solo del baterista Joe Morello la convierten en una obra atemporal.

  4. Three to Get Ready
    Juega con compases alternos de 3/4 y 4/4. Brubeck despliega aquí su imaginario musical clásico, en una pieza sofisticada pero accesible.

  5. Kathy’s Waltz
    Melódicamente cercana a la anterior, aunque con una personalidad propia. Dulce y encantadora, nunca debe subestimarse.

  6. Everybody’s Jumpin’
    Regresa el swing exuberante, donde cada integrante del cuarteto brilla con soltura.

  7. Pick Up Sticks
    Cierra el álbum con una atmósfera relajada. El contrabajo de Eugene Wright destaca por su groove suave y elegante.


Conclusión:

Time Out no solo desafió las convenciones del jazz con su uso de métricas inusuales, sino que las hizo populares. El álbum es un hito por su innovación rítmica, su calidad interpretativa y su capacidad para mantener el interés melódico pese a su complejidad técnica.




07 junio 2015

0023. Marty Robbins – Gunfighter Ballads & Trail Songs (1959)

Grabación:

Realizado el 7 de abril de 1959 en una sola sesión maratónica en los estudios de Columbia en Nashville.

Publicación:
1959, por Columbia Records.

Concepto:
Este álbum se erige como una colección de baladas del oeste, profundamente enraizadas en la tradición del country western y el folk narrativo estadounidense. Con su distintivo estilo vocal y una capacidad innata para contar historias, Marty Robbins da forma a un disco que se ha convertido en emblema del western musical.


Análisis de temas destacados:

  1. Big Iron
    Abre el disco con un relato tenso y cinematográfico sobre un ranger solitario enfrentando a un forajido. La narrativa es clara, visual y llena de dramatismo, sostenida por una melodía inolvidable. Un clásico absoluto.

  2. Cool Water
    Un canto a la desesperación en el desierto, donde la voz de Robbins se une en armonía con los coros para transmitir el agotamiento y la esperanza de los viajeros sedientos.

  3. Billy the Kid
    Una reconstrucción romántica del mítico forajido. La canción equilibra mito y melancolía, con un tono casi compasivo hacia el joven criminal.

  4. A Hundred and Sixty Acres
    Más ligera en tono, retrata el sueño del colono que trabaja la tierra. Una muestra del rango temático del álbum, no solo centrado en pistolas y violencia, sino también en la vida del hombre común.

  5. They’re Hanging Me Tonight
    Aquí emerge el tono más oscuro del disco. Un canto desde la voz del condenado, con una carga emocional profunda. Robbins brilla en la interpretación introspectiva, dramática y resignada.

  6. El Paso
    Sin duda, la pieza central del álbum. Una narración en primera persona sobre un crimen pasional, con una instrumentación que mezcla bolero y western. Sus más de cuatro minutos fueron revolucionarios para la radio de la época. Ganadora del Grammy y una de las baladas narrativas más influyentes del country.

  7. Running Gun
    Rápida y directa, con ecos a Big Iron, trata sobre un pistolero que huye de su destino inevitable. Otro ejemplo de la capacidad de Robbins para construir personajes complejos en apenas unos versos.

  8. Strawberry Roan
    Basada en una famosa balada cowboy tradicional. Deja ver el gusto de Robbins por el folclore del oeste, en una pieza más liviana y humorística.


Conclusión:

Gunfighter Ballads & Trail Songs es una obra maestra del western musical, donde la voz de Marty Robbins y su precisión narrativa elevan cada canción a pequeñas películas cantadas. El álbum no solo ayudó a popularizar el género, sino que consolidó a Robbins como un cuentacuentos excepcional, dotado de sensibilidad, carisma y un dominio vocal impresionante.


Listado de temas:

  1. Big Iron

  2. Cool Water

  3. Billy the Kid

  4. A Hundred and Sixty Acres

  5. They’re Hanging Me Tonight

  6. The Strawberry Roan

  7. El Paso

  8. In the Valley

  9. The Master’s Call

  10. Running Gun

  11. Down in the Little Green Valley

  12. Utah Carol


03 mayo 2015

0022. Miles Davis – Kind of Blue (1959)

Grabación:

Grabado en dos sesiones: el 2 de marzo y el 22 de abril de 1959 en los Columbia 30th Street Studio de Nueva York.

Publicación:
17 de agosto de 1959, bajo el sello Columbia Records.

Concepto:
Kind of Blue es mucho más que un álbum de jazz: es una declaración de principios. Miles Davis, junto a un sexteto irrepetible, se adentra en el terreno del jazz modal, abandonando las complejas estructuras armónicas del bebop para abrir espacio a la improvisación libre sobre modos o escalas. El resultado es un disco minimalista, elegante, introspectivo y atemporal.

Considerado por muchos como el disco de jazz más importante de todos los tiempos, Kind of Blue es un hito que cambió para siempre el curso del género.


Análisis de temas destacados:

  1. So What
    El álbum comienza con una introducción casi espectral de bajo y piano, cortesía de Paul Chambers y Bill Evans, que desemboca en un tema icónico. La estructura de dos acordes y su enfoque modal dan libertad a los solos de Davis, Cannonball Adderley y John Coltrane, quienes conversan con total naturalidad y fluidez. Un manifiesto del jazz moderno.

  2. Freddie Freeloader
    Único tema del disco donde toca el pianista Wynton Kelly, aporta un groove más bluesero. La interacción del grupo es cálida y distendida, pero no menos sofisticada. Es un homenaje a un conserje del club que solía dejar entrar a los músicos sin pagar.

  3. Blue in Green
    Composición atribuida oficialmente a Davis, aunque con fuerte contribución de Bill Evans. Es melancólica, introspectiva y casi etérea. Una pieza delicada donde Evans y Davis brillan con sutileza, como si el tiempo se detuviera.

  4. All Blues
    Un blues en compás de 6/8, pero trabajado con una delicadeza inusual. Davis toca con una trompeta con sordina, creando un efecto íntimo. El tema respira espacio, swing y maestría compositiva.

  5. Flamenco Sketches
    Cierra el disco con una estructura inusual: cinco modos distintos para improvisar, sin un orden fijo ni duración establecida. Cada solista explora con libertad, generando una sensación de contemplación profunda. Es un final abierto, espiritual, como si el álbum se disolviera lentamente en el aire.


Conclusión:

Kind of Blue es una obra que trasciende géneros. Su influencia es incalculable: desde el jazz hasta el rock, la música clásica contemporánea y el ambient. Cada escucha revela algo nuevo. Con este disco, Miles Davis no solo reinventó su propio lenguaje, sino que abrió una nueva vía para la música moderna: menos rígida, más expresiva y libre.

No es solo un disco fundamental del jazz, es una piedra angular de la música del siglo XX.


Listado de temas:

  1. So What

  2. Freddie Freeloader

  3. Blue in Green

  4. All Blues

  5. Flamenco Sketches


05 abril 2015

0021. Ray Charles - The Genius of Ray Charles (1959)

Grabación y publicación:

Publicado por Atlantic Records en octubre de 1959, The Genius of Ray Charles marca una transición clave en la carrera del artista: deja atrás parcialmente el R&B crudo y de raíces para lanzarse a explorar territorios más amplios como el jazz, el pop orquestal y el soul sin etiquetas. Aquí, Ray Charles se reinventa sin dejar de ser él mismo.

Grabado en dos sesiones diferenciadas, el disco divide sus intenciones: en la primera cara, Ray se rodea de una big band explosiva con arreglos vibrantes de Quincy Jones y Ernie Wilkins. En la segunda, cambia radicalmente el tono y se apoya en una orquesta de cuerdas, dirigida por Ralph Burns, para interpretar baladas románticas con una voz desgarradora, más cercana a Sinatra que al gospel. El resultado es un disco tan versátil como audaz, que confirmó que lo de “genio” no era solo un apodo publicitario.


Contexto:

1959 fue un año trascendental para la música moderna (con lanzamientos como Kind of Blue de Miles Davis o Time Out de Dave Brubeck), y Ray Charles no se quedó atrás. Con este álbum, dejó claro que no iba a ser encasillado: ni como cantante de rhythm and blues, ni como heredero exclusivo del góspel. En The Genius of Ray Charles, toma composiciones de Harold Arlen, George Gershwin o Jimmy Van Heusen, y las hace suyas.

Este álbum se adelanta al soul sin necesidad de nombrarlo: es un cruce entre emoción popular y sofisticación formal, entre la tierra y el cielo, entre el club y la sala de conciertos.


Análisis de temas destacados:

  1. Let the Good Times Roll
    Abre el disco con potencia: una big band lanzada al swing desenfrenado, mientras Ray canta con energía pura. Puro gozo y desparpajo.

  2. It Had to Be You
    Aquí comienza la demostración de su capacidad de convertir un estándar clásico en una experiencia emocional. La voz arrastra las palabras con una mezcla de ternura y desilusión que le es única.

  3. Alexander’s Ragtime Band
    Otra pieza para la fiesta. Ray se mete con el ragtime de Irving Berlin y lo convierte en una bomba de swing con sabor a Nueva Orleans.

  4. When Your Lover Has Gone
    Primera incursión seria en el universo crooner. Su interpretación es intensa y dolorosa, pero sin caer en el sentimentalismo barato.

  5. Come Rain or Come Shine
    Posiblemente el momento más emblemático del disco. Ray Charles desnuda la canción, la reconstruye desde el alma. Cada inflexión vocal transmite vulnerabilidad y poder.

  6. Don’t Let the Sun Catch You Cryin’
    Una joya de interpretación vocal. Aquí, la emoción está contenida, como si no quisiera llorar pero no pudiera evitarlo. Su fraseo es todo humanidad.

  7. Deed I Do
    Regreso al swing sabroso con una sonrisa en los labios. El piano de Ray se asoma y baila con la banda.


Conclusión:

The Genius of Ray Charles no es un álbum cualquiera. Es la declaración artística de alguien que sabía que podía hacerlo todo: cantar como un predicador, tocar como un jazzista, frasear como un crooner, sentir como un bluesman. Y lo hizo. Aquí se distancia del R&B más puro, pero en vez de perder autenticidad, gana en ambición y profundidad emocional.

El disco es una bisagra: abre la puerta al soul de los años 60, pero también mira hacia atrás, hacia Gershwin y Sinatra, con respeto y rebeldía. Ray no imita: transforma. Ese es el sello del genio.


Listado de temas (versión original LP):

  1. Let the Good Times Roll

  2. It Had to Be You

  3. Alexander’s Ragtime Band

  4. Two Years of Torture

  5. When Your Lover Has Gone

  6. Deed I Do

  7. Just for a Thrill

  8. You Won’t Let Me Go

  9. Tell Me You’ll Wait for Me

  10. Don’t Let the Sun Catch You Cryin’

  11. Am I Blue?

  12. Come Rain or Come Shine



08 marzo 2015

0020. Ella Fitzgerald - Sings The Gershwin Songbook (1959)

Grabación y publicación:

Grabado entre enero y julio de 1959, y publicado ese mismo año por Verve Records, este monumental proyecto abarca nada menos que 59 canciones en cinco discos (en su edición original en vinilo). The Gershwin Songbook es quizá el pináculo de la serie de “Songbooks” que Ella Fitzgerald grabó entre 1956 y 1964, donde se propuso rendir tributo definitivo a los grandes compositores del cancionero estadounidense.

En este caso, el homenaje es doble: George Gershwin, el genio musical, y Ira Gershwin, el maestro de las palabras. Al timón de los arreglos y dirección de orquesta: Nelson Riddle, quien con su orquestación luminosa y moderna viste a Ella con elegancia sin eclipsarla jamás.


Contexto:

Para 1959, Ella Fitzgerald era la primera dama del jazz, una artista consolidada que podía moverse entre el scat vertiginoso y la balada más delicada. Lo que hace aquí es más que cantar canciones famosas: las vuelve definitivas. No hay apuro, no hay artificio. Solo una cantante en total control de su voz, navegando las melodías de Gershwin con inteligencia, ternura y swing.

Este Songbook no es un recital de estándares, es una catedral sonora construida sobre la grandeza del teatro musical y el jazz vocal. Cada canción es tratada con respeto y frescura, como si se acabara de escribir ayer.


Análisis de temas destacados:

  1. "But Not for Me"
    Ligera, conversacional, con un swing relajado. Ella hace que el dolor de la letra parezca casi irónico. Riddle le da espacio para flotar entre las frases.

  2. "Someone to Watch Over Me"
    Una de las versiones más bellas jamás grabadas de esta balada. Aquí, Ella canta como quien susurra una plegaria, con un control emocional que estremece.

  3. "I Got Rhythm"
    Aquí aparece la Ella juguetona, rítmica, la que sabe dialogar con la orquesta como si fueran viejos amigos. Una clase de swing puro.

  4. "Let's Call the Whole Thing Off"
    Una joya de humor y química. Fitzgerald convierte el ingenio verbal de Ira Gershwin en un ejercicio de encanto vocal. Puro deleite lúdico.

  5. "A Foggy Day"
    Suave y melancólica, con ese punto justo entre nostalgia y esperanza. Ella no exagera, simplemente deja que la canción se respire sola.

  6. "Embraceable You"
    No hay prisa, ni exageración. Solo una voz acariciando cada sílaba, cada nota. Romanticismo sin azúcar.

  7. "They Can't Take That Away from Me"
    Aquí brilla la madurez interpretativa de Fitzgerald. Canta con ternura resignada, y cada frase cae como una reflexión que solo puede hacer alguien que ha amado y perdido.


Conclusión:

Sings the George and Ira Gershwin Songbook no es solo uno de los mejores álbumes de Ella Fitzgerald: es uno de los discos más ambiciosos y logrados de la historia de la música popular estadounidense. No hay en toda la colección una nota desentonada, una frase poco pensada. Todo está interpretado con dignidad, dulzura, y una técnica que no grita, sino que susurra y seduce.

Este es un álbum que requiere tiempo y atención. No es para escuchas rápidas: es para quedarse, una noche entera, acompañando cada canción como si fuese un viejo recuerdo.


Selección del extenso listado de canciones:

  1. Sam and Delilah

  2. But Not for Me

  3. My One and Only

  4. Let's Call the Whole Thing Off

  5. Embraceable You

  6. They All Laughed

  7. Someone to Watch Over Me

  8. I Got Rhythm

  9. A Foggy Day

  10. Love Is Here to Stay

  11. Nice Work If You Can Get It

  12. They Can't Take That Away from Me



18 enero 2015

0019. Sarah Vaughan - Sarah Vaughan At Mister Kelly's (1958)

Grabación y publicación:

Grabado en vivo en agosto de 1957 en el mítico club Mister Kelly’s de Chicago y lanzado ese mismo año por Mercury Records, este álbum capta a Sarah Vaughan en un momento de madurez plena, dominando cada nota con una mezcla de técnica, libertad y carisma escénico inigualable.

A diferencia de sus grabaciones de estudio, donde las cuerdas y los arreglos orquestales suelen rodearla con elegancia, aquí la acompañan sólo un trío de jazz: piano (Jimmy Jones), bajo (Richard Davis) y batería (Roy Haynes). Este entorno íntimo y crudo le da espacio a Sarah para experimentar, improvisar, bromear y deslumbrar.

Este disco no es solo una exhibición de virtuosismo vocal: es una clase magistral de cómo habitar una canción.


Contexto:

Mediados de los años 50 fue una época de oro para los clubes de jazz en Estados Unidos. Mister Kelly's, ubicado en Chicago, era uno de esos lugares donde la intimidad del espacio creaba una conexión mágica entre artista y público. Y Sarah Vaughan —"Sassy" o "La Divina", como era conocida— era en ese momento una de las voces más importantes y técnicamente asombrosas del jazz vocal.

Con este álbum, Vaughan se despoja de los artificios y deja que su voz juegue en libertad absoluta: se mueve entre el bop, la balada, el swing, el scat, y lo hace todo con naturalidad insultante. Lo que otros hacen con esfuerzo, ella lo canta como si respirara.


Análisis de temas destacados:

  1. Willow Weep for Me
    Una de las baladas más hermosas del repertorio jazzístico. Sarah la convierte en un río de melancolía donde cada inflexión, cada pequeña caída tonal parece un suspiro controlado. El fraseo es pura emoción elegante.

  2. Just One of Those Things
    Aquí empieza el swing desenfrenado. Vaughan va doblando las palabras, adelantándose, retrasando, rompiendo el compás sin perder nunca el hilo. Pura elasticidad rítmica.

  3. Be Anything (But Be Mine)
    Un ejemplo perfecto de su capacidad para hacer íntimo lo teatral. La melodía se vuelve una súplica contenida, y cada nota es lanzada con una intención emocional quirúrgica.

  4. Thou Swell
    Ligera, juguetona, casi caprichosa. Sarah se divierte, improvisa, convierte lo clásico en moderno sin esfuerzo. El público se ríe, la sigue, se deja llevar.

  5. How High the Moon
    El momento más deslumbrante en términos de scat vocal. Su voz se convierte en un instrumento de viento, y Sarah demuestra que puede improvisar con la precisión de un saxofonista bebop.

  6. Poor Butterfly
    Más que cantar, aquí narra. Es un lamento orientalista, interpretado con contención exquisita. Sarah no necesita elevar la voz para hacerte sentir cada palabra como un cuchillo suave.


Conclusión:

Sarah Vaughan at Mister Kelly’s es uno de esos discos en vivo donde uno siente que algo especial está pasando frente al micrófono. No hay artificios, no hay multitracks, no hay segundas tomas: sólo una cantante en control absoluto de su instrumento, jugando con él, desafiándolo y acariciándolo a la vez.

Es también una fotografía sonora de la noche, del club, del jazz como experiencia viva. En este álbum, Sarah no solo canta: se comunica, se ríe, respira con el público. Pocas veces un disco en directo logra capturar tanta humanidad y virtuosismo a la vez.


Listado de temas (edición original en LP):

  1. September in the Rain

  2. Willow Weep for Me

  3. Just One of Those Things

  4. Be Anything (But Be Mine)

  5. Thou Swell

  6. Stairway to the Stars

  7. Honeysuckle Rose

  8. Just a Gigolo

  9. How High the Moon

  10. Like Someone in Love

  11. Poor Butterfly

  12. Linger Awhile



 

09 noviembre 2014

0018. Ramblin' Jack Elliott - Jack Takes the Floor (1958)

Grabación y publicación:

Publicado originalmente por el sello británico Topic Records en 1958, Jack Takes the Floor fue el primer disco de larga duración de Ramblin’ Jack Elliott, un joven neoyorquino con alma de vaquero y corazón de trovador. Grabado en Londres mientras recorría Europa como un auténtico vagabundo folk, el álbum es una cápsula sonora de la tradición norteamericana, contada desde la voz de un joven que bebió directamente de la fuente: Woody Guthrie.

El título no engaña: Jack toma el piso, la escena, el micrófono… y cuenta historias. Solo con su guitarra y su voz nasal y arrastrada, va desgranando baladas, canciones tradicionales, cuentos y chistes con una naturalidad que parece improvisada pero está cargada de saber oral.


Contexto:

A fines de los años 50, la música folk aún era un fenómeno marginal, rural y anticomercial. Elliott, discípulo directo de Guthrie, ayudó a mantener viva esa llama entre Europa y Estados Unidos cuando pocos se interesaban. Su estilo era rústico, sincero, profundamente informal. No buscaba pulido ni perfección: buscaba verdad.

Su influencia sería decisiva. Sin Elliott, probablemente no habría Bob Dylan tal como lo conocemos. Dylan lo imitó al principio hasta en el tono de voz. Pero más allá de ese legado, Jack Takes the Floor es importante por derecho propio: un mapa acústico de la cultura popular norteamericana.


Análisis de temas destacados:

  1. San Francisco Bay Blues
    Abre el disco con humor y ritmo, mezclando blues con swing campestre. Es un clásico del repertorio folk-blues y Elliott lo canta con naturalidad juguetona, como si lo hubiera compuesto ayer.

  2. Bed Bug Blues
    Otra muestra de su amor por las canciones con personajes pintorescos. Elliott no solo canta, actúa los temas, los conversa, los revive.

  3. Cocaine Blues
    Clásico de la tradición oral estadounidense, donde Jack narra con un tono desenfadado una historia trágica. La tensión entre la gravedad de la letra y su manera casi burlona de interpretarla le da fuerza narrativa.

  4. Talking Blues
    Aquí brilla su herencia Guthrie. Más que cantar, declama, conversa, improvisa. El “talking blues” es una forma libre, una mezcla de canción y monólogo humorístico. Elliott lo domina como un trovador moderno.

  5. I’m Gonna Tell God How You Treat Me
    Uno de los pocos momentos donde se asoma la solemnidad espiritual del folk negro. Su versión es cruda, casi desnuda, como un canto de fogata en la noche.

  6. Roll on, Buddy
    Himno ferroviario que recuerda a los obreros, a los trenes y al movimiento perpetuo. La cadencia rítmica es hipnótica, y la interpretación tiene sabor a polvo de carretera.


Conclusión:

Jack Takes the Floor no es un disco hecho para impresionar, sino para acompañar. Es como sentarse con alguien que ha recorrido miles de millas a dedo y tiene historias que contar. No hay arreglos, ni producción brillante, ni técnica vocal deslumbrante. Hay honestidad, humor, y herencia. Y eso es todo lo que necesita.

Ramblin’ Jack Elliott fue un eslabón fundamental entre la vieja tradición oral de Estados Unidos y el revival folk que estaba por llegar. Este disco es una de las grabaciones más puras y fieles a ese espíritu nómada, contestatario y profundamente humano del folk primitivo.


Listado de temas (versión original del LP):

  1. San Francisco Bay Blues

  2. Bed Bug Blues

  3. New York Town

  4. Candy Man

  5. I Belong to Glasgow

  6. Salty Dog

  7. Cocaine

  8. Boll Weevil

  9. Talking Blues

  10. I’m Gonna Tell God How You Treat Me

  11. Roll on, Buddy

  12. Jack O' Diamonds


21 septiembre 2014

0017. Billie Holiday – Lady in Satin (1958)

Grabación y publicación:

Grabado entre febrero y marzo de 1958 y publicado ese mismo año por Columbia Records, Lady in Satin es el penúltimo álbum de estudio de Billie Holiday y, sin duda, uno de los más dolorosamente bellos de toda su carrera. A diferencia de los registros más crudos y jazzeros de su juventud, aquí la acompañan cuidadosos arreglos orquestales del maestro Ray Ellis, pensados como un marco lujoso, incluso cinematográfico, para una voz rota, temblorosa y completamente humana.

Este no es un disco para encontrar virtuosismo técnico. Es un álbum donde la emoción está desnuda, sin filtros, y donde cada grieta vocal se convierte en verdad emocional. Holiday, enferma, frágil, marcada por las adicciones y por una vida de racismo, abuso y desamor, canta aquí como quien se despide de todo.


Contexto:

A finales de los años 50, Billie ya era una leyenda viva, pero también una figura trágica. Sus días de gloria con Lester Young y Teddy Wilson habían quedado atrás. Su voz —que en los años 30 y 40 era ligera, irónica, ágil— ahora era áspera, baja, casi resquebrajada. Sin embargo, fue justamente en ese momento cuando ella decidió grabar Lady in Satin, no como un regreso, sino como un testamento emocional.

Lo hizo con una gran orquesta, con cuerdas, coros y arreglos que remiten más al pop vocal tradicional que al jazz, pero lo importante aquí no es el estilo, sino la entrega emocional total. Holiday transforma baladas sentimentales y estándares románticos en confesiones existenciales.


Análisis de temas destacados:

  1. I'm a Fool to Want You
    Abre el disco como un lamento sin escudo. Su voz entra como si ya estuviera llorando antes de que suene la primera nota. La canción —compuesta por Frank Sinatra, entre otros— se vuelve, en su boca, una súplica desolada.

  2. For Heaven's Sake
    Aquí canta no para seducir, sino para implorar, con una dulzura rota. La fragilidad de su voz, sostenida por las cuerdas, parte el alma.

  3. You Don't Know What Love Is
    Uno de los puntos más conmovedores del disco. Billie no solo canta la letra: la vive, la encarna, como si cada palabra hubiera sido escrita para ella y por ella. La orquesta flota detrás, sin interferir.

  4. I Get Along Without You Very Well
    El sarcasmo del título se desvanece al oírla. Billie no se engaña ni engaña al oyente: no se está recuperando, sigue rota.

  5. Violets for Your Furs
    Menos oscura, con cierto aire de melancolía elegante. Pero incluso aquí, el vibrato tembloroso de Holiday hace que cada frase parezca una despedida.

  6. I'll Be Around
    Quizás la canción más estoica del álbum. Hay una cierta dignidad en su entrega, como si dijera: “me iré, pero quedaré aquí, en tu recuerdo”.


Conclusión:

Lady in Satin no es un disco de jazz en el sentido clásico. Es un réquiem emocional, un diario íntimo musicalizado, un susurro al oído del oyente. La voz de Billie Holiday ya no es la que fue, pero eso no importa: es mucho más expresiva, más real, más humana. Cada temblor, cada nota fuera de tono, cada suspiro, cuenta una historia de vida y de pérdida.

Este álbum no busca entretener ni brillar: busca herirte, pero con belleza. Es Billie al borde del abismo, pero con una elegancia insoportable.


Listado de temas:

  1. I'm a Fool to Want You

  2. For Heaven's Sake

  3. You Don't Know What Love Is

  4. I Get Along Without You Very Well

  5. For All We Know

  6. Violets for Your

  7. You've Changed

  8. It's Easy to Remember

  9. But Beautiful

  10. Glad to Be Unhappy

  11. I'll Be Around

  12. The End of a Love Affair (Mono)

  13. I'm a Fool to Want You (take 3)

  14. I'm a Fool to Want You (take 2)

  15. The End of a Love Affair (stereo)

  16. Pause Track


25 junio 2014

0016. Tito Puente - Dance Mania (1957)

Grabación y publicación:

Publicado en 1958 por RCA Victor, Dance Mania no solo fue el disco más exitoso de Tito Puente, sino también una piedra angular del mambo y de la música latina grabada en los Estados Unidos. Si Machito había trazado el puente entre el jazz y lo afrocaribeño, Puente aquí lo revienta con percusión, vientos, energía de club y orquesta a pleno fuego. No es un disco de jazz, ni de salsa (término aún inexistente), ni de latin pop: es mambo, en su versión más expansiva, sofisticada y poderosa.

La portada ya es una declaración: una mujer bailando en trance, la orquesta rugiendo, y al fondo, Tito, el verdadero protagonista de esta fiesta incontrolable que se llamó Nueva York en los 50.


Contexto:

A mediados del siglo XX, el mambo era el fenómeno cultural latino más explosivo en EE.UU., y Tito Puente su figura más carismática. Percusionista, arreglista, compositor y director, Tito fusionó la herencia afrocaribeña con la energía del jazz big band. Desde el Palladium Ballroom en Manhattan, su música sonaba como una gran fiesta donde todos eran bienvenidos… si podían seguir el ritmo.

Dance Mania llega cuando la escena latina estaba en su pico de popularidad, pero también marca una cima artística: es un disco de precisión milimétrica y fuerza cruda. No hay aquí espacio para la calma: todo es movimiento, vientos afilados, coros contagiosos y una percusión que no pide permiso, sino que arrastra.


Análisis de temas destacados:

  1. El Cayuco
    Abre el disco y deja todo claro: esto es puro mambo. Las trompetas estallan, el ritmo se impone, y Tito marca el paso con su timbal como si fuese un general del ritmo. El break instrumental es adrenalina pura.

  2. Complicación
    Brillante mezcla de arreglos orquestales y sabrosura callejera. Aquí brilla el contraste entre la estructura de big band y la espontaneidad percusiva. Los coros responden con un swing irresistible.

  3. 3-D Mambo
    Como sugiere el título, este tema tiene profundidad, capas, y efectos sonoros que parecen adelantados a su época. El saxofón se entrelaza con las congas en una especie de danza casi psicodélica… en 1958.

  4. Cuando Te Vea
    Un bolero-mambo que permite respirar un poco, pero sin perder elegancia ni groove. Es aquí donde se percibe que Tito también dominaba el lado romántico de la pista.

  5. Sabor
    El nombre lo dice todo. Esta pieza es un testamento del swing latino: todo está al servicio del cuerpo. Los timbales, otra vez, dominan y conducen.

  6. Hong Kong Mambo
    Uno de los temas más famosos del disco, con una melodía pegajosa, algo exótica (con ecos orientales estilizados), y una rítmica feroz. El mambo, aquí, se vuelve global.


Conclusión:

Dance Mania no solo es el disco más célebre de Tito Puente: es una obra maestra absoluta del mambo, un género muchas veces reducido a cliché, pero que aquí suena como lo que realmente fue: una revolución sonora afrocaribeña, popular y elegante a la vez.

Cada corte del álbum está pensado para hacerte mover, pero con una orquesta tan ajustada y brillante que el baile y la escucha se vuelven uno solo. La percusión brilla —timbales, bongós, congas—, pero también los arreglos, los metales, y la voz enérgica de los coros que gritan con orgullo y swing.

Este disco es puro Nueva York latino, puro cuerpo, pura clase. Imposible no rendirse a su energía.


Listado de temas:

  1. El Cayuco

  2. Complicación

  3. 3-D Mambo

  4. Llego Miján

  5. Cuando Te Vea

  6. Hong Kong Mambo

  7. Mambo Gozón

  8. Mi Chiquita Quiere Bembé

  9. Varsity Drag

  10. Estoy Siempre Junto a Ti

  11. Agua Limpia Todo

  12. Sabor

  13. Siento Que No Estás

  14. A Gozar Timbero





03 junio 2014

0015. Little Richard – Here's Little Richard (1957)

Grabación y publicación:

Publicado en 1957 por Specialty Records, Here's Little Richard es más que un debut: es una explosión fundacional. Grabado en varias sesiones entre 1955 y 1956, este álbum captura con furia cruda y desbordante el espíritu proto-salvaje del rock and roll en sus primeros años. Aquí no hay sofisticación ni sutilezas: hay fuego, frenesí, sudor, piano a martillazos, gritos salidos del alma… y un joven Little Richard que patea la puerta del siglo XX con sus zapatos de charol y su copete desafiando la gravedad.

No es exagerado decir que este disco marcó una era. Cada tema es una especie de manifiesto sonoro de irreverencia, de deseo, de libertad rítmica. Y aunque el rock and roll ya se venía gestando en las calles y estudios del sur de EE.UU., fue Little Richard quien lo escupió al mundo con rabia y maquillaje.


Contexto:

Para 1957, el rock and roll era aún una criatura en crecimiento, y aunque Chuck Berry lo intelectualizaba y Elvis lo suavizaba para la audiencia blanca, Little Richard lo lanzaba sin filtro, como una llamarada que no pedía permiso. Con influencias claras del gospel, el boogie-woogie y el rhythm & blues, su estilo era excesivo en todos los sentidos: su voz, su piano, su estética y, sobre todo, su actitud.

Este álbum compila sus primeros grandes singles para Specialty, incluyendo "Tutti Frutti", "Long Tall Sally", "Rip It Up" y "Ready Teddy", canciones que definieron el ritmo, la energía y el lenguaje del rock. El impacto fue inmediato y universal: de James Brown a los Beatles, de Prince a Bowie, todos bebieron de esta fuente sin fondo.


Análisis de temas destacados:

  1. Tutti Frutti
    El inicio es un aullido que ya pertenece a la historia: "A-wop-bop-a-loo-bop-a-lop-bam-boom!". Este grito es como un nacimiento sónico, un aviso de que algo nuevo —y peligrosamente emocionante— ha llegado. El ritmo, el swing del piano, el fraseo vocal: todo arde.

  2. Long Tall Sally
    Más rápido, más feroz. Aquí, la economía lírica se combina con una intensidad imparable. Little Richard canta como si estuviera escapando del infierno con una banda de demonios saxofonistas pisándole los talones.

  3. Rip It Up
    Un clásico inmediato. El riff de piano es puro boogie-woogie pasado por un tubo de electricidad. No hay descanso ni respiración, solo la urgencia de vivir la noche al máximo.

  4. Ready Teddy
    Otra bomba de dos minutos. Aquí se despliega la energía cinética del rock primitivo, con el saxofón soltando fuego por encima del ritmo galopante.

  5. Slippin' and Slidin'
    Más cercana al R&B, pero con la misma energía endiablada. Richard baila con las palabras, desliza sílabas, juega con la síncopa: es un trapezista vocal.

  6. Jenny, Jenny
    Repetitiva, hipnótica, demoledora. La canción se basa en un solo grito mutante: el nombre de una mujer, repetido como si fuera conjuro, o quizás súplica.


Conclusión:

Here's Little Richard es un documento sísmico. No es simplemente un álbum: es una explosión cultural comprimida en vinilo. Es la traducción de lo que pasaba en las esquinas negras del sur de Estados Unidos en lenguaje universal. Es el grito de libertad de un joven queer, negro y desafiante en un mundo que no sabía cómo clasificarlo.

El piano de Little Richard no acompaña: golpea, embiste, incendia. Su voz es un rayo. Su presencia, una revolución.

Este disco no solo es esencial para entender el rock and roll. Es esencial para entender cómo la música popular puede romper barreras de raza, género, clase y tiempo.


Listado de temas:

  1. Tutti Frutti

  2. True, Fine Mama

  3. Can't Believe You Wanna Leave

  4. Ready Teddy

  5. Baby

  6. Slippin' and Slidin'

  7. Long Tall Sally

  8. Miss Ann

  9. Oh Why?

  10. Rip It Up

  11. Jenny, Jenny

  12. She's Got It



28 mayo 2014

0013. Machito - Kenya (1957)

Grabación y publicación:

Publicado en 1957 por Roulette Records, Kenya es el punto culminante del trabajo de Machito y su Afro-Cubans, una de las orquestas más importantes en la historia del jazz afrolatino. Grabado en Nueva York con un elenco de titanes como Cándido Camero, Mario Bauzá y Cannonball Adderley, este disco es una muestra impecable del cruce entre jazz big band estadounidense y ritmos afrocubanos de raíz profunda. Es un álbum explosivo y meticuloso, festivo y cerebral a la vez.

El subtítulo no engaña: esto es Afro-Cuban Jazz en su forma más pura, sofisticada y potente. Aquí no hay fusión light ni adornos exóticos; lo que hay es un lenguaje nuevo que nace del cruce entre África, el Caribe y Harlem.


Contexto:

Machito (Francisco Raúl Gutiérrez Grillo) fue, junto a su cuñado Mario Bauzá, uno de los arquitectos del jazz afrocubano, creando desde los años 40 una música que combinaba la potencia rítmica de los tambores afrocubanos con la estructura y los arreglos de las big bands del swing.

Kenya aparece en un momento clave: en plena efervescencia del mambo y mientras artistas como Dizzy Gillespie y Chano Pozo ya habían demostrado que el jazz podía abrirse a otras lógicas rítmicas. Pero Machito va más allá: no solo adapta el jazz a ritmos cubanos, sino que los fusiona a nivel orquestal, creando un sonido expansivo, de una riqueza y energía que pocos discos pueden igualar.


Análisis de temas destacados:

  1. Wild Jungle
    El álbum abre con una descarga fulminante. Trompetas y saxos lanzan líneas afiladas, mientras las congas y los timbales rugen por debajo. La sensación es clara: estás en territorio salvaje y todo puede pasar.

  2. Congo Mulence
    Uno de los momentos más funkys y profundos. La sección rítmica se balancea entre el jazz modal y la tradición afrocubana, con riffs hipnóticos de metales. Aquí el groove es ley.

  3. Kenya
    El tema que da título al disco evoca una conexión más directa con África. Melódicamente más sutil, pero con una base rítmica intensísima. Es un puente simbólico entre el continente africano y el Nueva York latino.

  4. Minor Rama
    Una joya de sofisticación. Aquí se escucha el swing de Count Basie, pero empapado en clave cubana. Los solos improvisados se insertan con naturalidad entre los arreglos de precisión milimétrica.

  5. Cannonology
    Con el gran Cannonball Adderley en el saxo alto, este corte funciona casi como un encuentro entre el bebop y la rumba. Adderley no solo se adapta: brilla, probando que los lenguajes del jazz y lo afrocubano pueden hablarse sin traducción.


Conclusión:

Kenya no es solo un álbum excelente: es un manifiesto. Un disco donde se rompen las barreras entre lo latino y lo jazzístico, entre lo rítmico y lo melódico, entre la pista de baile y la sala de conciertos. Machito y su orquesta logran una alquimia sonora que aún hoy suena fresca, poderosa y única.

Es un trabajo de altísima exigencia musical —los arreglos de Mario Bauzá son tan complejos como emocionantes—, pero también un disco profundamente físico. Aquí se baila y se estudia al mismo tiempo. No por nada Kenya es considerado uno de los grandes discos del jazz afrolatino y un hito en la historia de la música del siglo XX.


Listado de temas:

  1. Wild Jungle

  2. Congo Mulence

  3. Kenya

  4. Oyeme

  5. Holiday

  6. Cannonology

  7. Frenzy

  8. Blues á la Machito

  9. Conversation

  10. Tin Tin Deo

  11. Minor Rama

  12. Tururato



23 abril 2014

0012. Miles Davis – Birth of the Cool (1957)

Grabación y publicación:

Aunque grabado entre 1949 y 1950, Birth of the Cool no fue publicado como un álbum cohesivo hasta 1957 por Capitol Records, cuando la escena del jazz ya había dado varios giros. Sin embargo, este disco funciona como un puente fundamental entre el bebop frenético de los 40 y el cool jazz más introspectivo de los 50. Se trata de una obra pionera, tanto en sonido como en concepción, donde un jovencísimo Miles Davis lidera un noneto que suena más como una mini-orquesta de cámara que como una típica formación de jazz.

El título no es solo una etiqueta estilística: es una declaración de intenciones. Aquí nace algo nuevo, contenido pero sofisticado, cerebral pero elegante. Davis no solo toca: marca el rumbo de lo que vendrá.


Contexto:

A finales de los años 40, el bebop —liderado por figuras como Charlie Parker, Dizzy Gillespie y Bud Powell— era el lenguaje dominante del jazz moderno. Pero su velocidad, densidad armónica y virtuosismo extremo dejaron fuera a muchos oyentes (y músicos). Davis, que había tocado con Parker, buscaba una alternativa más suave, más melódica, con arreglos cuidados y una atmósfera más relajada sin sacrificar profundidad.

En colaboración con Gil Evans, Gerry Mulligan, John Lewis y otros jóvenes innovadores, Miles armó un grupo de nueve músicos con instrumentos inusuales para una banda de jazz (tuba, corno francés), creando una textura única. Lo que logró fue un híbrido entre el swing, el bebop y la música de cámara, que influenciaría profundamente el "West Coast jazz" y el desarrollo del jazz moderno en los años 50.


Análisis de temas destacados:

  1. Jeru
    Compuesta por Gerry Mulligan, abre con un aire majestuoso. Los arreglos ya dejan ver la densidad controlada del sonido, con voces instrumentales entrelazadas. Miles toca con una claridad casi meditativa.

  2. Move
    Más acelerada, pero aún lejos del vértigo bebop. Hay orden en la agilidad, con una tuba que no solo acompaña, sino que participa en el contrapunto. Aquí el "cool" no es sinónimo de frialdad: es dirección.

  3. Moon Dreams
    Uno de los temas más impresionistas del álbum. Arreglado por Gil Evans, suena casi como un Debussy en clave jazzística. La trompeta de Miles entra flotando, con un lirismo doloroso y bellísimo.

  4. Budo
    Composición de Bud Powell, suena más cercana al bebop, pero con una vuelta de tuerca: la precisión de los arreglos transforma el caos en equilibrio.

  5. Godchild / Boplicity / Rocker
    Estas piezas resumen el espíritu del disco: una búsqueda de forma, melodía y estructura, sin perder la frescura del jazz. Boplicity es quizá el emblema de todo el álbum: una pieza elegante, melancólica, contenida… y absolutamente moderna.


Conclusión:

Birth of the Cool es un disco que, aunque no revolucionó el jazz en su momento, plantó semillas que florecerían una década después. Es una obra precursora, casi clandestina, pero cuya influencia se extiende hasta hoy. Aquí se escucha a Miles Davis como arquitecto, no solo como trompetista: alguien que ya entendía que el jazz podía evolucionar a través del espacio, el color y la calma.

No es un álbum de solos explosivos, sino de conjunto, de arquitectura sónica, donde cada voz cuenta. No hay urgencia, hay visión. Y esa visión se convertiría, más adelante, en Kind of Blue, en Sketches of Spain, en In a Silent Way. Todo empieza aquí: en el nacimiento del cool.


Listado de temas (versión LP 1957):

  1. Jeru

  2. Move

  3. Godchild

  4. Budo

  5. Venus de Milo

  6. Rouge

  7. Boplicity

  8. Israel

  9. Deception

  10. Rocker

  11. Moon Dreams

  12. Darn That Dream




20 abril 2014

0011. Sabú – Palo Congo (1957)

Grabación y publicación:

Publicado en 1957 como parte del prestigioso sello Blue Note, Palo Congo es el debut como líder del percusionista Louis "Sabu" Martínez, y una de las grabaciones más vibrantes y fundamentales del incipiente cruce entre el jazz y las músicas afrocaribeñas. El disco fue registrado en una única sesión el 30 de abril de 1957 en Nueva York, con un enfoque absolutamente orgánico: congas, voces, percusión tradicional y un contrabajo como único ancla melódica, todo al servicio de un ritmo ancestral.

A pesar de su corta duración (apenas 35 minutos), Palo Congo se alza como un documento esencial de la cultura afrocubana en el jazz estadounidense. No es solo un disco de percusión: es una celebración espiritual, una comunión tribal que atraviesa las raíces africanas del continente americano.


Contexto:

Sabu Martínez, nacido en Nueva York en 1930 de ascendencia puertorriqueña, fue uno de los primeros y más carismáticos congeros del jazz moderno. Ya había tocado con Dizzy Gillespie, Charlie Parker, Thelonious Monk y Art Blakey cuando grabó este álbum. Pero Palo Congo no es un disco de acompañamiento rítmico: es un manifiesto de identidad y herencia afrodescendiente, una explosión de espiritualidad rítmica y corporalidad musical.

El título hace referencia directa a la religión afrocubana del Palo Monte, derivada de creencias bantú del Congo. Este disco, entonces, se sitúa no solo en el plano estético, sino también en el ritual, en la transmisión cultural profunda. Es, literalmente, música que habla con los dioses a través del tambor.


Análisis de temas destacados:

  1. Billumba
    Desde el primer segundo se impone un llamado. La voz y las congas actúan como guía y respuesta. El patrón es hipnótico. Aquí ya se marca la pauta: esto no es “latin jazz” como decorado, sino raíz pura.

  2. El Cuchy Frito
    De ritmo más alegre, casi festivo, con llamadas vocales que imitan el pregón callejero. El groove es tan firme que resulta imposible no mover el cuerpo.

  3. Tribu
    Uno de los temas más complejos y envolventes. Aquí se nota la interacción libre entre los músicos, como si estuviéramos en una ceremonia más que en una sesión de estudio.

  4. Rhapsodia del Maravilloso
    Quizá el momento más abstracto del disco. Voz y ritmo se funden en un flujo de improvisación que recuerda tanto a la santería como al free jazz primitivo.

  5. Simba
    Un corte de vitalidad contagiosa. Aquí el contrabajo de Arsenio Rodríguez (sí, el gran innovador del son montuno) marca una pauta rítmica que los tambores adornan y empujan con energía brutal.


Conclusión:

Palo Congo es mucho más que un disco de percusión afrocubana: es un testamento espiritual, una ceremonia grabada, un documento de poder ancestral en el corazón del jazz estadounidense. Su importancia trasciende el exotismo con el que en su época se vendía este tipo de música. Aquí hay raíz, hay historia, hay comunidad.

La interpretación de Sabu y los suyos es ardiente, precisa y visceral. No hay aquí ornamento ni diplomacia: el tambor habla, llama, responde y transmite. Y en ese trance rítmico, lo que se escucha es una parte olvidada —pero latente— de la música del continente americano.

Un disco breve, directo, y sin adornos superfluos. Pero de los que se sienten en el pecho antes que en el cerebro. Palo Congo es uno de esos álbumes que no solo se escuchan: se viven.


Listado de temas:

  1. Billumba

  2. Palo Congo

  3. Choferito-Plena

  4. Asabache

  5. Simbo

  6. El Cuchy Frito

  7. Tribilin Cantore

  8. Trabuco

  9. Rhapsodia del Maravilloso

  10. Congo Martillo




14 abril 2014

0010. Thelonious Monk – Brilliant Corners (1957)

Grabación y publicación:

Editado en 1957 por Riverside Records, Brilliant Corners es considerado el primer gran álbum de estudio de Thelonious Monk y una de las obras más complejas y visionarias del jazz moderno. Grabado en varias sesiones entre octubre y diciembre de 1956, el disco contó con una alineación de músicos estelares como Sonny Rollins, Max Roach, Oscar Pettiford y Paul Chambers. Pero a pesar del virtuosismo reunido, la música resultó tan complicada de ejecutar que incluso estos gigantes tuvieron dificultades para grabarla.

El resultado es un disco cerebral y al mismo tiempo profundamente expresivo, donde Monk lleva al límite su estilo anguloso, disonante y absolutamente personal. Un álbum que no hace concesiones, pero que recompensa cada escucha con revelaciones inesperadas.


Contexto:

En la década de 1950, Monk era todavía una figura de culto. Con reputación de genio excéntrico, había sido malinterpretado por años: demasiado abstracto para los puristas del bebop, demasiado libre para los tradicionalistas. Pero poco a poco, críticos, músicos y público comenzaron a reconocer en él a uno de los compositores más originales del siglo XX, un artista que desarmaba el jazz desde adentro para reconstruirlo con una lógica que solo él dominaba.

Brilliant Corners fue el disco que finalmente consagró su genialidad compositiva y su valentía estética, y es aún hoy una obra central para entender cómo el jazz moderno puede ser arriesgado sin perder lirismo.


Análisis de temas destacados:

  1. Brilliant Corners
    El tema que da título al álbum es una montaña rusa de estructuras rítmicas complejas, cambios abruptos de tempo y armonías anguladas. Su grabación fue tan difícil que tuvieron que editar distintas tomas juntas —algo inusual para la época—. La melodía parece tambalearse, pero siempre encuentra el equilibrio. Pura arquitectura musical.

  2. Ba-Lue Bolivar Ba-Lues-Are
    Un blues retorcido, con el título como juego de palabras entre “Bolívar Blues” y un hotel de Nueva York. Aquí Monk se permite un aire más relajado, pero con su habitual uso de silencios elocuentes y voicings que parecen desafiar las leyes de la lógica tonal, aunque siempre suenan justo.

  3. Pannonica
    Una de las composiciones más bellas de Monk, dedicada a Pannonica de Koenigswarter, su mecenas y amiga. Una balada con celesta en lugar de piano, que flota entre lo melancólico y lo mágico, como un sueño torcido pero dulce. Es su momento más íntimo del disco.

  4. I Surrender, Dear
    Único estándar del álbum. Monk lo interpreta en piano solo, mostrando que, incluso en las baladas conocidas, su toque puede reinventar completamente el lenguaje del jazz, convirtiendo cada nota en una sorpresa, cada pausa en un punto de atención.

  5. Bemsha Swing
    Compuesta junto a Denzil Best, es una de las más reconocibles del catálogo de Monk. Aquí, la percusión de Max Roach se entrelaza con los acentos impredecibles de Monk, creando un diálogo rítmico fascinante. El tema parece sencillo, pero está lleno de recovecos.


Conclusión:

Brilliant Corners no es un disco fácil: es un laberinto sonoro, una colección de esquinas filosas y giros imprevistos. Pero en su aparente dificultad se esconde un profundo sentido del humor, del ritmo y de la belleza. Cada tema es un experimento emocional y estructural, donde Monk desafía la forma sin sacrificar el alma.

Aquí no hay virtuosismo exhibicionista: lo que hay es una inteligencia musical profunda, original y, sobre todo, muy humana. Monk no toca para impresionar, toca para explorar.

Este disco marcó el momento en que el mundo del jazz ya no pudo seguir negando la genialidad de Monk. A partir de aquí, su influencia sería incuestionable, extendiéndose hasta el free jazz, el jazz modal y más allá, hasta artistas contemporáneos que siguen tratando de descifrar su lógica interna.


Listado de temas:

  1. Brilliant Corners

  2. Ba-Lue Bolivar Ba-Lues-Are

  3. Pannonica

  4. I Surrender, Dear

  5. Bemsha Swing



11 abril 2014

0009. Count Basie – Atomic Mr Basie (1957)

Grabación y publicación:

Grabado entre octubre y diciembre de 1957 y lanzado al año siguiente por Roulette Records, The Atomic Mr. Basie es uno de los discos más brillantes de la etapa moderna del jazz orquestal. Una explosión (nunca mejor dicho) de energía, sofisticación y ritmo swing a niveles nucleares, con arreglos monumentales del joven Quincy Jones, que a sus 25 años firmó una de sus primeras grandes obras maestras.

William "Count" Basie, para entonces ya una institución del jazz desde los años 30, renació con este álbum como una fuerza contemporánea, modernizando el lenguaje de las big bands sin renunciar a su esencia: economía expresiva, swing firme, y una orquesta que suena como un solo cuerpo bailando.


Contexto:

En la segunda mitad de los 50, el jazz había tomado múltiples direcciones: cool, hard bop, modal, free. Las big bands, por su parte, eran consideradas por muchos como reliquias de una era pasada. Pero Basie, con inteligencia y oído para los nuevos tiempos, decidió actualizar su sonido sin perder su raíz rítmica. El resultado fue este álbum, cuyo apodo “atómico” no solo respondía a su portada ni al contexto de la Guerra Fría, sino también a la potencia controlada de la música que contiene.

Quincy Jones, entonces una joven promesa ya curtida en arreglos para Lionel Hampton y Dizzy Gillespie, aportó una visión moderna, exuberante, y sin complejos, que revitalizó por completo la maquinaria de la orquesta de Basie.


Análisis de temas destacados:

  1. The Kid from Red Bank
    El inicio es una declaración de principios: piano percutivo de Basie, metales a pleno, secciones que entran y salen como mecanismos de precisión. Alegre, veloz y perfecto para abrir el álbum.

  2. Duet / Splanky / Flight of the Foo Birds
    Una tríada demoledora. Splanky es puro swing relajado, con una de las líneas de trompeta más elegantes del álbum. En Flight of the Foo Birds, el groove se intensifica: Quincy Jones arma aquí una estructura de cortes abruptos y repiques que suenan juguetones pero altamente disciplinados.

  3. Whirly-Bird
    Un clásico de Neal Hefti, que aquí se convierte en pista de despegue para la sección de saxos. Rápida, casi cinematográfica. En vivo era un espectáculo aparte.

  4. Midnite Blue / After Supper
    Aquí baja la velocidad sin perder interés. Midnite Blue es introspectiva, con un tono crepuscular. After Supper parece una conversación entre instrumentos, con momentos de humor y ligereza típicos de Basie.

  5. Fantail
    Otro despliegue orquestal impecable. La estructura juega con la tensión y el silencio, dejando que cada entrada de la sección de metales sea un fogonazo controlado.

  6. Teddy the Toad
    Tiene nombre de cuento y alma de blues. Una de las piezas más melódicas, con solos de una delicadeza casi irónica. Aquí se nota el genio de Basie para dejar espacio, dejar respirar la música.


Conclusión:

The Atomic Mr. Basie no solo es uno de los mejores álbumes de big band de todos los tiempos: es una cátedra de cómo revitalizar una tradición sin caer en el pastiche ni en la rigidez nostálgica. Basie dirige con una economía de gestos, dejando que su orquesta brille por sí sola, mientras Quincy Jones entrega arreglos que son explosivos, juguetones y sutiles a la vez.

Es un disco que se puede estudiar, bailar o simplemente dejar correr en una noche de humo y whisky. La banda suena como una máquina bien aceitada, sí, pero también como un grupo de músicos con swing corriendo por las venas.

Este álbum es prueba viva de que el swing no murió con los años 40: solo necesitaba una buena dosis de energía atómica para volver a brillar.


Listado de temas:

  1. The Kid from Red Bank

  2. Duet

  3. After Supper

  4. Flight of the Foo Birds

  5. Double-O

  6. Teddy the Toad

  7. Whirly-Bird

  8. Midnite Blue

  9. Splanky

  10. Fantail

  11. Lil’ Darlin’


08 abril 2014

0008. The Crickets – Chirping… (1957)

Grabación y publicación:
Publicado en noviembre de 1957 por Brunswick Records, The "Chirping" Crickets es el álbum debut de The Crickets, la banda liderada por el joven y ya revolucionario Buddy Holly. Grabado entre febrero y septiembre de ese año, el disco capturó de manera inmediata la esencia del nuevo sonido del rock and roll, con canciones breves, pegajosas, rítmicas y con una frescura que aún se percibe.

Este LP fue una anomalía para la época: en un momento donde los sencillos eran el formato dominante, Holly y sus compañeros lograron construir un álbum cohesivo y consistente que trascendía el carácter de simple recopilación de hits.


Contexto:

Con apenas 21 años, Buddy Holly se convirtió en uno de los primeros grandes arquitectos del rock. Mientras Elvis arrasaba con carisma y fuerza vocal, y Chuck Berry inyectaba poesía callejera a la guitarra eléctrica, Holly trajo estructura, melodía y una sensibilidad pop más refinada. Su imagen —delgada, gafas de pasta, modales de estudiante aplicado— contrastaba con la rudeza rebelde del rock naciente, pero su música hablaba un idioma absolutamente moderno y contagioso.

The "Chirping" Crickets es entonces el germen del rock de guitarras, del power pop, del beat británico. No es exagerado decir que sin este disco no existirían los Beatles tal como los conocemos.


Análisis de temas destacados:

  1. Oh, Boy!
    Uno de los grandes éxitos del álbum. De ritmo acelerado, palmas, coros entusiastas y un Holly que canta con una energía juvenil desbordante. Un himno al deseo adolescente que aún suena fresco.

  2. Not Fade Away
    Ritmo de bo diddley llevado al mínimo —apenas una pandereta, una guitarra percutiva, y una voz decidida—. Este tema fue versionado por los Rolling Stones, lo que habla del impacto seminal de su sencillez y fuerza rítmica.

  3. Maybe Baby
    Pura melancolía con gancho. El juego entre los coros suaves y la voz directa de Holly marca un estilo que luego sería adoptado por decenas de bandas de los 60.

  4. That'll Be the Day
    Probablemente el tema más famoso de Buddy Holly y el que abre el álbum. Su letra, medio burlona, medio desencantada, su riff inicial y su estructura simple pero infalible la hacen una de las piedras angulares del rock temprano.

  5. I'm Looking for Someone to Love
    Corto, veloz, casi punk por su economía de medios y urgencia emocional. Canción hecha para bailar pegados pero con zapatillas Converse.

  6. It's Too Late
    Aquí aparece la veta country de Holly, con una interpretación más cercana al lamento sureño que al rock desenfadado. Pero la voz suena igual de honesta.

  7. Tell Me How / Last Night / Rock Me My Baby
    En todos ellos se nota la fórmula Crickets: estructuras sencillas, armonías vocales bien trabajadas, baterías sutiles pero firmes, y guitarras con el timbre nasal y brillante que Holly dominaba.


Conclusión:

The "Chirping" Crickets es uno de los discos debut más influyentes de la historia del rock. Su valor no solo reside en sus canciones (que son encantadoras, pegajosas y vibrantes), sino en lo que anticipa: el formato de banda de guitarras, la autoría de las propias canciones, la imagen de chico normal con talento excepcional.

No es un disco de pose ni de rebeldía explícita: es un disco de confianza creativa, de alegría directa, de pop artesanal. Y su influencia es casi silenciosa, pero omnipresente: desde los Beatles hasta Weezer, pasando por los Byrds, los Everly Brothers y los primeros Stones.

Buddy Holly no vivió para ver su legado, pero en este álbum dejó claro que el rock también podía ser cerebral, melódico y sofisticado sin perder nervio ni juventud.


Listado de temas:

  1. That’ll Be the Day

  2. I’m Looking for Someone to Love

  3. Not Fade Away

  4. Maybe Baby

  5. It’s Too Late

  6. Tell Me How

  7. Oh, Boy!

  8. An Empty Cup (And a Broken Date)

  9. Send Me Some Lovin’

  10. Last Night

  11. Rock Me My Baby



03 abril 2014

0007. Frank Sinatra – Songs for Swingin’ Lovers! (1956)

Grabación y publicación:

Publicado en marzo de 1956 por Capitol Records, Songs for Swingin’ Lovers! es el décimo álbum de estudio de Frank Sinatra, y el segundo de su célebre colaboración con el arreglista Nelson Riddle. Mientras que In the Wee Small Hours (1955) lo mostraba introspectivo, nostálgico y casi confesional, este disco es su respuesta luminosa y extrovertida: aquí Sinatra no sufre, seduce; no llora, baila.

Grabado con orquesta completa y un sonido cálido, elegante y rítmico, el álbum es una cátedra de cómo sonar relajado sin perder una sola nota de precisión musical. Una obra maestra del swing vocal, con estándares del Great American Songbook reinterpretados con soltura, picardía y absoluto control emocional.


Contexto:

En los años 50, Sinatra estaba en plena reinvención. Tras una etapa difícil en lo personal y profesional, renació con su firma por Capitol, trabajando con Riddle y grabando una serie de álbumes conceptuales que definieron la madurez artística del pop vocal estadounidense. Songs for Swingin’ Lovers! consolidó su imagen de crooner sofisticado, seguro, encantador, que sabía cuándo insinuar y cuándo dejar espacio al silencio.

Este disco marcó un antes y un después en la producción de álbumes pop: no es una mera colección de canciones, sino un estado de ánimo constante, una noche eterna en blanco y negro, con whisky en mano y la ciudad a los pies.


Análisis de temas destacados:

  1. You Make Me Feel So Young
    Apertura perfecta. Un tema que rebosa vitalidad, con un Sinatra juguetón, optimista, sin una pizca de cinismo. Su voz parece flotar sobre los arreglos de Riddle, que saltan y giran como una comedia romántica bien escrita.

  2. I've Got You Under My Skin
    El momento más emblemático del disco. El arreglo orquestal es puro fuego contenido: empieza suave, crece con tensión y estalla en una coda apasionada. Sinatra canta con una mezcla de control y deseo que transforma una canción de amor en una obsesión sensual. Es, sin duda, una de las grabaciones más perfectas del siglo XX.

  3. Old Devil Moon
    Puro swing juguetón. Aquí se nota la influencia del jazz, pero siempre filtrado por el fraseo casi conversacional de Sinatra, que seduce sin forzar nunca una sílaba.

  4. Pennies from Heaven
    De una dulzura casi infantil, pero elevada por la interpretación: Sinatra convierte lo sencillo en elegante, con una sonrisa apenas sugerida en cada frase.

  5. Makin’ Whoopee
    Cómica, irónica, una joya menor. La risa está en el subtexto: Sinatra canta como si conociera todos los trucos del matrimonio, pero decidiera callárselos... por ahora.

  6. Swingin' Down the Lane / Anything Goes / How About You?
    En todos estos temas, el título del álbum cobra vida: Sinatra swingea sin esfuerzo, como si cada canción fuese un paseo nocturno con pasos de claqué y farolas brillando.


Conclusión:

Songs for Swingin’ Lovers! no solo consolidó a Frank Sinatra como el maestro absoluto del fraseo y la interpretación emocional en la música popular, sino que ayudó a redefinir cómo debía sonar un álbum de pop adulto. No es simplemente música para enamorados: es música para los que ya han vivido, han perdido, han ganado, y aún se permiten coquetear con el mundo.

Nelson Riddle orquesta con una elegancia que roza la invisibilidad, lo cual es precisamente su grandeza: cada instrumento está al servicio del swing, de la historia y de la voz. Y Sinatra, en su punto justo entre madurez vocal y juventud expresiva, canta como si nunca fuera a envejecer.

Este álbum no solo sigue siendo vigente: sigue enseñando. Sobre estilo, sobre ritmo, sobre cómo ser clásico sin parecer viejo.


Listado de temas destacados:

  1. You Make Me Feel So Young

  2. It Happened in Monterey

  3. You're Getting to Be a Habit with Me

  4. You Brought a New Kind of Love to Me

  5. Too Marvelous for Words

  6. Old Devil

  7. Pennies from Heaven

  8. Love Is Here to Stay

  9. I've Got You Under My Skin

  10. I Thought About You

  11. We'll Be Together Again

  12. Makin' Whoopee

  13. Swingin' Down the Lane

  14. Anything Goes

  15. How About You?



 

Dicen que en la variedad está el gusto. Desde aqui espero hablaros de todo, actualidad, música, cine,etc. Una ventana abierta al mundo.