23 abril 2014

0012. Miles Davis – Birth of the Cool (1957)

Grabación y publicación:

Aunque grabado entre 1949 y 1950, Birth of the Cool no fue publicado como un álbum cohesivo hasta 1957 por Capitol Records, cuando la escena del jazz ya había dado varios giros. Sin embargo, este disco funciona como un puente fundamental entre el bebop frenético de los 40 y el cool jazz más introspectivo de los 50. Se trata de una obra pionera, tanto en sonido como en concepción, donde un jovencísimo Miles Davis lidera un noneto que suena más como una mini-orquesta de cámara que como una típica formación de jazz.

El título no es solo una etiqueta estilística: es una declaración de intenciones. Aquí nace algo nuevo, contenido pero sofisticado, cerebral pero elegante. Davis no solo toca: marca el rumbo de lo que vendrá.


Contexto:

A finales de los años 40, el bebop —liderado por figuras como Charlie Parker, Dizzy Gillespie y Bud Powell— era el lenguaje dominante del jazz moderno. Pero su velocidad, densidad armónica y virtuosismo extremo dejaron fuera a muchos oyentes (y músicos). Davis, que había tocado con Parker, buscaba una alternativa más suave, más melódica, con arreglos cuidados y una atmósfera más relajada sin sacrificar profundidad.

En colaboración con Gil Evans, Gerry Mulligan, John Lewis y otros jóvenes innovadores, Miles armó un grupo de nueve músicos con instrumentos inusuales para una banda de jazz (tuba, corno francés), creando una textura única. Lo que logró fue un híbrido entre el swing, el bebop y la música de cámara, que influenciaría profundamente el "West Coast jazz" y el desarrollo del jazz moderno en los años 50.


Análisis de temas destacados:

  1. Jeru
    Compuesta por Gerry Mulligan, abre con un aire majestuoso. Los arreglos ya dejan ver la densidad controlada del sonido, con voces instrumentales entrelazadas. Miles toca con una claridad casi meditativa.

  2. Move
    Más acelerada, pero aún lejos del vértigo bebop. Hay orden en la agilidad, con una tuba que no solo acompaña, sino que participa en el contrapunto. Aquí el "cool" no es sinónimo de frialdad: es dirección.

  3. Moon Dreams
    Uno de los temas más impresionistas del álbum. Arreglado por Gil Evans, suena casi como un Debussy en clave jazzística. La trompeta de Miles entra flotando, con un lirismo doloroso y bellísimo.

  4. Budo
    Composición de Bud Powell, suena más cercana al bebop, pero con una vuelta de tuerca: la precisión de los arreglos transforma el caos en equilibrio.

  5. Godchild / Boplicity / Rocker
    Estas piezas resumen el espíritu del disco: una búsqueda de forma, melodía y estructura, sin perder la frescura del jazz. Boplicity es quizá el emblema de todo el álbum: una pieza elegante, melancólica, contenida… y absolutamente moderna.


Conclusión:

Birth of the Cool es un disco que, aunque no revolucionó el jazz en su momento, plantó semillas que florecerían una década después. Es una obra precursora, casi clandestina, pero cuya influencia se extiende hasta hoy. Aquí se escucha a Miles Davis como arquitecto, no solo como trompetista: alguien que ya entendía que el jazz podía evolucionar a través del espacio, el color y la calma.

No es un álbum de solos explosivos, sino de conjunto, de arquitectura sónica, donde cada voz cuenta. No hay urgencia, hay visión. Y esa visión se convertiría, más adelante, en Kind of Blue, en Sketches of Spain, en In a Silent Way. Todo empieza aquí: en el nacimiento del cool.


Listado de temas (versión LP 1957):

  1. Jeru

  2. Move

  3. Godchild

  4. Budo

  5. Venus de Milo

  6. Rouge

  7. Boplicity

  8. Israel

  9. Deception

  10. Rocker

  11. Moon Dreams

  12. Darn That Dream




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