Deberiamos tomar ejemplo, mientras que aquí ordenan no sancionar 'in situ' a los coches oficiales para evitar conflictos, en la República Checa el ministro de Transporte se ha convertido en el hazmerreír del país al quedarse sin carné de conducir.
Ojo a la historia, el ministro regresaba a casa desde su propia boda cuando recibió el alto de la policía por un problema en la matrícula: era falsa. Según el ministro, la placa original se desprendió del coche mientras circulaba en una carretera difícil, y no tuvo otra idea que pegar una copia esperando que nadie se diera cuenta.
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