Desde el inicio de la alerta sanitaria, Manuela Mauri no ha tenido un respiro y por primera vez en su vida se siente desbordada por los acontecimientos. En medio del caos, un doble crimen ocurrido en Alcalá de Henares le quitará el sueño: Carlota, una joven de diecinueve años, avisa a la policía al encontrar a su padre y a su madrastra muertos a tiros en su casa. Una fiesta ilegal y el testimonio de diez jóvenes en guerra con la sociedad serán claves en la resolución del caso.
Este segundo libro de la Inspectora Mauri me ha gustado más que el primero, se centra más en la resolución del caso y menos en los problemas personales de la protagonista, que aunque siguen estando muy presentes no ocupan un porcentaje tan grande como en la primera novela.
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